Una violinista, heredera de la enorme tradición de un instrumento clásico europeo se encuentra con un improvisador formado en una práctica (la creación electroacústica) tan joven que él mismo puede presumir de haber vivido casi la mitad de ella. Juntos forjan un diálogo donde las diferencias crean comunidad mientras las similitudes permiten la libertad de ser uno mismo. En su música, todo está en juego todo el tiempo. Todo está abierto a la reinterpretación, a los nuevos usos y a los malentendidos más fecundos. Una nota perfectamente imaginable en una pieza de Brahms encuentra un nuevo significado entre los sonidos de un atasco en la ciudad mexicana de Morelia o unas armonías disonantes propias de los laboratorios electroacústicos Columbia-Princeton de Nueva York.

¿Cómo es posible esto? ¿Qué nexo puede haber entre materiales, procedencias y prácticas musicales tan distantes, unas de otras? Las respuestas emergen de la improvisación, del compartir tanto lo sonoro como lo humano que constituyen la libre improvisación musical. Y digo “las respuestas” porque no hay una sola, sino una o más en cada momento, cada instante, cada encuentro entre los creadores de una música tan sorprendente como profundamente íntima. Más que un diálogo musical, Hear and Now es una música del diálogo, una interacción con el otro, con la escucha, las expectativas, las convenciones, el lugar y el momento. Lo único seguro es que no se parecerá al anterior concierto, ni tampoco al próximo, porque aquí es aquí y ahora es ahora y esta música no sólo suena aquí y ahora; hace el aquí. Hace el ahora.